Los 3 mil millones de pesos del programa especial de apoyo a la comercialización de maíz, más los 600 millones de pesos del apoyo al trigo, así como los 25 mil millones de pesos anuales de los distintos programas sociales del Bienestar que implementó el presidente Andrés Manuel López Obrador quedan en el comercio y en el mercado interno, afirmó el gobernador Rubén Rocha Moya.
“Ya les he dicho, esos estímulos para el maíz están dejando 3 mil millones de pesos a la economía sinaloense, no se los comen los productores, tienen que comprar en los negocios, el recurso queda en los negocios, el dinero no se come, la gente lo gasta en el abarrote, o sea, el dinero queda en el comercio, y eso no está parado”, dijo el mandatario estatal.
El gobernador Rocha destacó que cada año llegan a Sinaloa 25 mil millones de pesos de los distintos programas sociales del Bienestar, como el de Adultos Mayores, Personas con Discapacidad, Becas Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, por citar algunos, y ese dinero dinamiza la economía local.
Durante su Conferencia Semanera, el mandatario estatal le pidió al secretario de Agricultura y Ganadería, Ismael Bello Esquivel, informara como cada semana sobre el avance en los programas de apoyo al maíz y al trigo. Al respecto, el funcionario dio a conocer que ya se tiene un 93.7 por ciento de avance en el registro de productores para el programa especial del maíz, pues de 24 mil 113 pre registrados, ya van 22 mil 595 agricultores, de los cuales, a 15 mil 896 de ellos ya se les pagó su estímulo de 750 pesos por tonelada, lo que representa un 71 por ciento.
El secretario de Agricultura informó también sobre el estado que guardan las presas, cuyo almacenamiento en general al 29 de septiembre fue de 31.8 por ciento, que no es suficiente todavía para garantizar el riego en todo el estado.
Por ello, informó que este miércoles 2 de octubre se llevará a cabo en el Auditorio de Palacio de Gobierno, como es habitualmente, la reunión del Consejo Estatal de Desarrollo Rural Sustentable, para programar la siembra de los diversos cultivos del ciclo agrícola Otoño-Invierno 2024-2025, con base a esa disponibilidad de agua en las presas.