Un equipo japonés, probablemente de la Universidad Médica de Nara y la Universidad de Chūō, creó una sangre artificial a partir de hemoglobina encapsulada (extraída de sangre caducada) que no presenta los antígenos clásicos del grupo ABO, por lo que puede usarse en cualquier persona sin necesidad de tipificar antes.
Tiene una gran ventaja de almacenamiento: puede conservarse a temperatura ambiente durante hasta dos años, mientras que la sangre donada tradicional dura semanas o hasta un mes.
Ahora el equipo planea iniciar ensayos clínicos en humanos saludables, administrando entre 100 y 400 ml para evaluar su seguridad y eficacia.
¿Por qué es tan importante?
- Compatibilidad universal: elimina la necesidad de comprobar el tipo de sangre del receptor.
- Mejor almacenamiento: disponible en zonas remotas, campos de batalla o situaciones de emergencia.
- Menos dependencia de donantes: ayuda a aliviar la escasez en bancos de sangre.
Sin embargo habrá que esperar ya que pueden pasar años para que se apruebe su uso en humanos.