En un análisis de la siniestralidad, hecho con datos proporcionados por el
Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP), se ha
podido observar que la implementación de proyectos de infraestructura propuestos
desde la sociedad civil ha sido fundamental para lograrlo.
El estudio se basa en los siniestros viales con coches y motocicletas, pues ambos
tipos de vehículos tienen características distintas.
Sobre todo, dijo Ricardo Rodríguez Gastélum, Ejecutivo de Proyectos de Mapasin,
porque ha incrementado el uso de la motocicleta a partir de 2020, cuando ocurrió la
pandemia de Covid-19 y el trabajo de repartición se volvió una estrategia útil de
venta para distintos tipos de empresas, como la restaurantera o de comercios
pequeños.
El acceso a los datos permitió conocer que en 2024 se cerró con 2,247
siniestros viales, mientras que el 2023 fueron 2,639 casos. Sobre personas
lesionadas se conoció que 2024 tuvo 1,562 casos, mientras que 2023 fueron
1,952, uno de los años con mayor registro desde que se hace este análisis. En
cuanto a mortalidad se tuvo 42 personas que murieron en el sitio, mientras
que en 2023 fueron 56 personas fallecidas.
Se pudo conocer también que entre las personas fallecidas, 13 fueron peatones
durante 2024, mientras que en 2023 fueron 18, es decir, se salvó la vida de 5
personas. También se registró la muerte de 2 ciclistas que fallecieron, mientras que
en 2023 fueron 5 personas.
El estudio permitió también conocer que hubo 14 motociclistas que murieron en
2024, y que en 2023 fueron 19 personas. Sobre ocupantes de vehículos y pasajeros
se registraron 13 personas fallecidas en 2024, y en 2023 fueron 14 personas.