En el marco del homenaje de cuerpo presente que se rindió este fin de semana al maestro Héctor Melesio Cuén, Robespierre Lizárraga Otero encargado del despacho del a rectoría expresó que como la mayoría de los universitarios sentirse invadido por el sentimiento de la orfandad de quien fuera un líder nato, solidario y siempre con muestras de un gran apoyo moral.
“A la comunidad, a sus amigos, a sus compañeros a la gran hermandad que logró crear, quiero decirles que esas balas asesinas no van a apagar su liderazgo, su trascendencia está en cada uno de nosotros, está impregnados en cada uno de los muros de este edificio y en cada logro de la universidad, no acallaron su voz, dieron eternidad a su inspiración y aquí frente a él, le decimos, le juramos que seguiremos adelante, no nos van a detener en la lucha que él encabezo”.
Lizárraga Otero puntualizó que la obra de Héctor Melesio Cuén Ojeda quedará como inspiración en todas y todos y por ello el llamado determinado a la justicia será una permanencia.
“¡No cesaremos hasta que haya justicia para Héctor Melesio Cuén!”.