Enrique Riveros Echavarría, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), aclaró que, el precio actualmente manejado de 5 mil 257.16 pesos que no incluye el apoyo a coberturas en dicho precio considerado una paridad peso-dólar de $17.50, representa una opción libre al alza, mientras que el precio de 5 mil 457.16 pesos por tonelada del grano blanco, que incluye el costo del apoyo bursátil, no es definitivo, ya que dependerá de las variables de los mercados a futuro y la paridad cambiaria, señaló Enrique Riveros Echavarría.
Riveros subrayó que lo único fijo son los 80 dólares de compensación de bases, 750 pesos de apoyo extraordinario y 200 pesos para la adquisición de las coberturas, pero que se entregarán en meses posteriores. Sin embargo, el precio del maíz es volátil.
“¿De dónde vamos a sacar ese dinero para comprar las coberturas y luego qué tipo de coberturas (CALL o PUT)? Todo eso ya lo estamos trabajando, pero es algo muy complejo; no hay un precio fijo, tampoco un precio piso, o sea, si cae el futuro o cae el tipo de cambio, esto aún va a ser por debajo de los 5 mil 257 pesos que se platicó”, dijo Riveros.
El dirigente de la AARC, explicó que una alternativa para los productores de maíz blanco es utilizar las coberturas para asegurar los 5 mil 257 pesos por tonelada y así obtener una utilidad si reacciona el mercado; o arriesgarse y esperar la reacción de los mercados de granos y cambiario, cobrando íntegros esos 200 pesos de las coberturas.
Riveros indicó que estos ofrecimientos de la base y apoyos a la tonelada de maíz blanco debieron haberse hecho desde hace meses para que los productores tuvieran margen de maniobra, ya que este precio aún no es suficiente para cubrir la inversión que se hizo para sacar adelante los cultivos de maíz blanco en la región.
“Si no queremos comprar coberturas, es un riesgo; si compramos coberturas, es un costo. Entonces, ¿qué están dispuestos a hacer los productores? ¿A asegurar con un costo o a jugársela con un riesgo?”, recalcó.
Riveros Echavarría puntualizó que cada productor tiene sus propios costos de producción, que van desde la renta de la superficie, los insumos utilizados, el tipo de semilla y el manejo del cultivo, los cuales están en función también de los rendimientos por hectárea que arroja la inversión efectuada en el surco, por lo tanto, es muy difícil definir un precio que vaya a funcionar para todos las y los productores del grano blanco.